doi: 10.58763/rc202353

 

Artículo de Investigación Científica y Tecnológica

 

Adicción a redes sociales en estudiantes de una universidad nacional de Junín (Perú)

 

Social media addiction among students at a national university in Junín (Peru)

 

Anita Maribel Valladolid Benavides1  *, Fabián Israel Neyra Cornejo2  *, Orlando Hernández Hernández1  *, Paulo César Callupe Cueva3  *, Julián Palomino Akintui Antich1  *

 

RESUMEN

Las adicciones constituyen uno de los principales problemas sociosanitarios a nivel mundial. Su impacto biopsicosocial, su alta prevalencia y complejo tratamiento, así lo justifican. En el caso específico de la adicción a las redes sociales, esta puede ser un factor disruptor de la vida estudiantil y el desempeño académico. La investigación realizada tuvo como objetivo de determinar el nivel de adicción a redes sociales de los estudiantes de una Universidad Nacional de Junín. El estudio fue de alcance exploratorio descriptivo y de corte transeccional, mediante la aplicación de una encuesta a una muestra de 185 estudiantes. Los resultados evidenciaron que los niveles de adicción y de obsesión a redes sociales son altos, el nivel de falta de control personal también se apreció alto, mientras que el nivel de uso excesivo es medio. Además, el estudio sugirió la existencia de una relación positiva entre obsesión y adicción, así como entre la falta de control personal percibido y la adicción. Los resultados obtenidos indicaron la necesidad de seguir profundizando en la problemática, así como el diseño y ejecución de programas para la prevención y tratamiento de la adicción a redes sociales.

 

Palabras clave: Internet, medios sociales, problemas sociales, psicología clínica.

 

Clasificación JEL: I20; Z13.

 

ABSTRACT

Addictions constitute one of the main sociosanitary problems worldwide. Their biopsychosocial impact, high prevalence, and complex treatment justify this. Specifically, social media addiction can be a disruptive factor in student life and academic performance. The research conducted aimed to determine the level of social media addiction among students at a National University in Junín. The study was of an exploratory descriptive scope and cross-sectional cut, through the application of a survey to a sample of 185 students. The results showed that the levels of addiction and obsession with social media are high, and the level of lack of personal control is also high, while the level of excessive use is medium. In addition, the study suggested the existence of a positive relationship between obsession and addiction, as well as between perceived lack of personal control and addiction. The findings indicate the need for further deepening the problem, as well as designing and implementing programs for the prevention and treatment of social media addiction.

 

Keywords: Internet, social media, social problems, clinical psychology.

 

JEL Classification: I20; Z13.

 

 

Recibido: 15-09-2022                        Revisado: 18-11-2022                        Aceptado: 15-12-2022                        Publicado: 13-01-2023

 

Editor: Carlos Alberto Gómez Cano  

 

1Universidad Nacional Intercultural Fabiola Salazar Leguia de Bagua. Bagua, Perú.

2Institución Educativa Julio César Olivera Paredes. Bagua, Perú.

3Universidad Nacional Intercultural de la Selva Central Juan Santos Atahualpa. Mazamari, Perú.

 

Citar como: Valladolid, A., Neira, F., Hernández, O., Callupe, P. y Akintui, J. (2023). Adicción a redes sociales en estudiantes de una universidad nacional de Junín (Perú). Región Científica, 2(1), 202353. https://doi.org/10.58763/rc202353

 

 

 

INTRODUCCIÓN

 

La tecnología en el contexto actual es muy cambiante. Las personas utilizan en su vida personal, con más frecuencia, los dispositivos móviles u otros medios similares (PCs, Laptops), ya sea para el consumo, trabajar o con fines recreativos (Aparicio-Martínez et al., 2020; Morewedge et al., 2021). Ello ha permitido la configuración de nuevas formas de comunicación y modalidades en la dinámica social, logrando que estos nuevos canales de comunicación se conviertan en las principales vías de interacción (Balcerowska et al., 2022; Capriotti et al., 2021; Ross et al., 2019).

 

Fundamentalmente en las poblaciones de jóvenes, adolescentes y adultos emergentes, la adquisición de tecnología y el tiempo dedicado a las redes sociales ha aumentado (Stockdale y Coyne, 2020), así como la importancia de estas en la regulación emocional, percepción de éxito y partencia social (Yin et al., 2021). Los mismos son considerados como poblaciones dianas para grandes campañas promocionales debido al alto nivel de consumo y remplazo de los dispositivos (Zollo et al., 2020).

 

La situación anteriormente expuesta no solo puede verse en sus connotaciones negativas, pues los dispositivos electrónicos que permiten el acceso a redes sociales y servicios de mensajería también han reportado múltiples beneficios (Hortigüela-Alcalá et al., 2019; Van Den Beemt et al. 2020). Entre otras prestaciones, han facilitado la comunicación a distancia, representan un escenario muy habitual para innovar e implementar nuevas funcionalidades (Manca, 2020). Estos espacios interactivos sustentados en la conectividad virtual, se establecieron con el propósito de complacer demandas de los usuarios, además de propiciar una representación de dominio sobre la comunicación. Sin embargo, Petry et al. (2018), consideran que el problema de adicción al internet es un punto mundialmente preocupante, manifestando indicios del 0.8% en países como Islandia, 6.3% en China y un significativo 22.2% en Irán.

 

A su vez, en el mundo cerca de 4.5 billones de usuarios gozan de los beneficios de Internet, sin embargo, 3.8 billones utilizan para comunicarse las redes sociales (Kemp, 2020). Se tiene información que, en Perú durante el 2020, se logró una ganancia de 62 millones de dólares en promociones, lo cual reflejó el alcance de las redes sociales en dicho año. Estos evidenciaron un incremento de 4.8% de nuevos usuarios en comparación al periodo anterior. De acuerdo a resultados previos, se sabe que, en Perú, el 97.8% de aquellos que ingresan a redes sociales lo realizan por medio de su equipo móvil (Kemp, 2020). En tal sentido, las herramientas tecnológicas han variado la forma de comunicación entre las personas, lo que origina, entre otros fenómenos, la pérdida del contacto directo y personal entre los seres humanos en espacios físicos (Lin et al. 2022).

 

Estas nuevas configuraciones comunicacionales e interactivas pueden interferir en el desarrollo adecuado de las relaciones interpersonales y las habilidades sociales requeridas, a pesar de sus aportes al proceso de aprendizaje en las instituciones universitarias (Ansari y Khan, 2020). Además, a la naturalización de estos canales comunicativos y sus efectos, se adiciona la advertencia de profesionales de diversas disciplinas científicas acerca del uso abusivo, compulsivo o adictivo de Internet y las herramientas tecnológicas. En atención a lo anteriormente planteado, es necesario destacar que los estudiantes dedican muchas horas al consumo de productos digitales o a la utilización de herramientas tecnológicas indispensables en su vida académica, con mayor o menor consciencia de sus efectos (Sun y Zhang, 2021). Entre los efectos más comunes se encuentran la culpa, el estrés, angustia significativa, así como vivencias de ansiedad y depresión que se mueven por complejo espectro clínico (Hussain y Griffiths, 2021; Vaghefi et al., 2020).

 

Permanecer en línea o el acceso frecuente con la finalidad de estar al día con los acontecimientos que les son significativos, el abuso de los servicios de mensajería, el establecimiento de inadecuados límites para las relaciones sociales en entornos virtuales, entre otros comportamientos, pueden resultar dañinos para la salud mental. Estas dificultades originadas han de ser analizadas desde una perspectiva compleja que implique entender la educación para el consumo digital, la interacción humana en redes sociales y los beneficios y riesgos devenidos de la explotación de estas plataformas. Al respecto, se considera que el apego a las plataformas sociales y canales comunicativos tecnológicos se encuentra en crecimiento (Salas-Blas et al. 2022). De continuar así, el consumo normal podría alcanzar niveles de dependencia, lo cual llevaría a familiarizar nuevos hábitos de vida que bien podrían ser categorizados como comportamientos adictivos en los usuarios.

 

En resumen, se asume por los autores de este artículo como imperativo explorar la problemática y el alcance de su envergadura. Para ello, el enfoque estuvo en el estudio de múltiples actitudes, en tanto se aprecia con mayor frecuencia su expresión en comportamientos violentos e impulsivos. La aproximación inicial al contexto y la experiencia de los investigadores, sugirió que la mayor gran parte de las situaciones se presentan en los estudios de pregrado y el transcurso de la universitaria. Ello originó un estudio enfocado en los estudiantes de la Universidad Nacional Intercultural de la Selva Central de Junín, en tanto existe preocupación por parte de autoridades, el profesorado e incluso estudiantes, en relación a la problemática de la adicción a las redes sociales.

 

METODOLOGÍA

 

El enfoque asumido fue cuantitativo. De acuerdo con Hernández y Mendoza (2018), este enfoque se basa en un orden riguroso y es apropiado para la estimación de la prevalencia de un fenómeno o comportamiento. Para ello, los instrumentos y el trabajo de campo se basaron en la recolección de datos que permitieron la caracterización del nivel de adicción a las redes sociales a partir de la medición de los indicadores diseñados. El estudio realizado fue concebido como exploratorio descriptivo, pues su propósito general fue examinar un fenómeno poco estudiado en el contexto específico (Hernández y Mendoza, 2018). El fin fue identificar las principales tendencias en cuantos a los niveles de adicción a redes sociales, de manera que los datos recabados permitiesen perfeccionar las respuestas ofrecidas por la universidad a estas problemáticas y crear las bases para estudios más complejos y profundos.

 

Su diseño fue no experimental de tipo transeccional, pues su propósito fue describir en un periodo específico de tiempo el nivel de adicción a las redes sociales. Para el diseño de la encuesta se tuvo en cuenta el conjunto de principios propuestos por Johnson y Christensen (2019), para la elaboración de cuestionarios. Ello permitió que el diseño respondiera a los objetivos de investigación, a partir de una comprensión de la muestra de estudio. Se empleó un lenguaje claro y adaptado a la muestra, basado e preguntas cerradas y una escala de actividad a las plataformas virtuales en el contexto universitario.

 

La población de estudio estuvo constituida por 254 estudiantes, repartidos por los ciclos de la escuela profesional de Administración de Negocios Internacionales. El diseño de la muestra fue de tipo no probabilístico, por lo que se determinó de manera intencional. En palabras de Hernández y Mendoza (2018), en este tipo de muestras la elección de los participantes no responde procedimientos estadísticos para la garantizar la representatividad, sino a razones que pueden ser explicadas por las características del contexto.

 

La muestra estuvo constituida por 185 estudiantes de los ciclos I, II, III, IV, V y VI de la Universidad Nacional de la Selva Central. Los criterios de inclusión/exclusión empleados respondieron a la participación voluntaria, el completamiento de la encuesta y la validez de la respuesta. El análisis de los datos se realizó a partir de la distribución de frecuencias. Para enriquecer los resultados, los datos obtenidos y su procesamiento fueron sometidos a dos procedimientos de triangulación:

 

Triangulación de fuentes: los datos recabados y su procesamiento fueron contrastados con la literatura.

 

Triangulación de investigadores: los datos recabados y su procesamiento fueron contrastados por los investigadores con sus notas de trabajo de campo en la aproximación inicial a la problemática.

 

Estos procedimientos facilitaron una mejor comprensión de la problemática, contrastar las experiencias profesionales e investigativas y elaborar recomendaciones para futuros estudios y agendas dirigidas a la atención de la problemática.

 

RESULTADOS

 

A continuación, se presentan los resultados de la distribución de frecuencias según indicadores. Además, se integran los resultados obtenidos mediante los procedimientos empleados.

 

Tabla 1

Niveles de adicción a las redes sociales.

Nivel

Frecuencia

Porcentaje (%)

Muy bajo

18

9,7

Bajo

13

7,0

Medio

46

24,9

Alto

77

41,6

Muy alto

31

16,8

Total

185

100

Fuente: Elaboración propia a partir de las encuestas.

 

En la Tabla 1, se observa que el 41.6% de los estudiantes encuestados manifiestan que la adicción tiene un nivel alto, el 24.9% medio, el 16.8% muy alto, el 9.7% muy bajo y apenas el 7.0% bajo. Estos porcentajes indican que la mayor proporción de estos (41.6%) se ubica en el nivel alto, lo que no solo evidencia el fuerte apego de los estudiantes a las redes sociales, sino que alerta sobre la frecuencia aparecida en el extremo (16.8%) y el substrato precedente (24.9%). Aunque en términos porcentuales estas frecuencias pueden ofrecer una imagen distorsionada, el análisis revela que, de 185 estudiantes, 154 se encuentra comprendidos en la zona de riesgo, pues su representación de la problemática expresa la existencia de comportamientos adictivos. El hecho de que el 83.2% de la muestra asuma de manera directa la existencia de una adicción identificada, sugiere que la gravedad del problema es severa.

 

En efecto, se establece que el nivel respecto a la variable adicción en dichos estudiantes es alto y que representa una problemática agravada en el contexto. Ello supone que cada vez menos estudiantes presentan comportamientos saludables respecto al uso de redes sociales.

 

Tabla 2

Nivel de obsesión a las redes sociales

Nivel

Frecuencia

Porcentaje (%)

Muy bajo

18

9,7

Bajo

11

5,9

Medio

27

14,6

Alto

86

46,5

Muy alto

43

23,2

Total

185

100

Fuente: Elaboración propia a partir de las encuestas.

 

En la Tabla 2, se observa que el 46.5% de los estudiantes consideran que el nivel de obsesión es alto, el 23.2% muy alto, el 14.6% medio, el 9.7% muy bajo y solo el 5.9% bajo. El análisis cruzado con los datos obtenidos en el indicador anterior revela que la problemática puede ser más grave que lo representado por los encuestados en términos de adicción. Así mismo, se aprecia un elevado número de estudiantes en situación de vulnerabilidad ante los comportamientos adictivos al consumo de las redes sociales (n=156), lo que representa el 84.3% de la muestra estudiada. Ello supone que los procesos de pensamiento y distribución de acciones suelen estar relacionados con el uso de redes sociales o a los contenidos e interacciones que en estas se consumen y producen. Además, se supone la existencia de una inadecuada representación del comportamiento adictivo en sí mismo y otros. De estos datos se desprende la necesidad de profundizar en la representación social de la adicción, la adicción a redes sociales y la autopercepción de los estudiantes con respecto a esta problemática. Para ello es vital una perspectiva psicosocial del fenómeno.

 

Tabla 3

Nivel de falta de control personal

Nivel

Frecuencia

Porcentaje (%)

Muy bajo

25

13,5

Bajo

16

8,6

Medio

54

29,2

Alto

64

34,6

Muy alto

26

14,1

Total

185

100

Fuente: Elaboración propia a partir de las encuestas.

 

De la Tabla 3, se evidencia que el 34.6% de los estudiantes considera que el nivel de falta de control personal es alto, el 29.2% medio, 14.1% muy alto, 13.5% muy bajo y apenas el 8.6% bajo. Este indicador, en tanto, hace referencia a dos dimensiones estrechamente relacionadas, la regulación de la personalidad en cuanto a control regulatorio y el comportamiento hacia el objeto de la adicción, lo que expone que la problemática va más allá de pensamientos intrusos o el aplazamiento del consumo; debido a que casi la mitad de los participantes (48.6%) muestra indicios de un bajo control regulatorio, los resultados sugieren que la prevalencia de la adicción instaurada como un comportamiento estable y una relación de sólida dependencia va más allá de los aspectos psicológicos. Esto apunta hacia la necesidad de explorar las afectaciones provocadas por el reducido control personal sobre los sujetos y sus contextos.

 

Tabla 4

Nivel de uso excesivo a las redes sociales

Nivel

Frecuencia

Porcentaje (%)

Muy bajo

25

13,5

Bajo

19

10,3

Medio

63

34,1

Alto

53

28,6

Muy alto

26

14,1

Total

185

100

Fuente: Elaboración propia a partir de las encuestas.

 

En la Tabla 4, se aprecia que el 34.1% de los educandos manifiestan que el nivel de uso excesivo es medio, el 28.6% alto, el 14.1% muy alto, 13.5% muy bajo y solo 10.3% bajo. Estos resultados reafirman la compleja relación entre comportamiento y representaciones asociadas al uso de las redes social. Como puede apreciarse, solo el 23.2% de la muestra estudiada percibe como muy bajo el uso excesivo, mientras que el 76.7% reconoce su alto acceso, lo que se cataloga como un riesgo. Los valores medios y alto sugieren una prevalencia de adicción a las redes sociales, muy similares a los recabados en el indicador anterior, lo cual reafirma la noción de que la adicción a las redes sociales se ha instaurado como un comportamiento estable. En este sentido, la dependencia expresada en consumo de tiempo, delegación de actividades o transferencia de estas a entornos virtuales, sugiere una conexión que va más allá de los aspectos psicológicos y que puede afectar el desarrollo integral y el bienestar de los estudiantes.

 

DISCUSIÓN

 

La investigación realizada permitió identificar que el nivel de adicción existente en los estudiantes universitarios en el contexto estudiado es alto. Aunque los valores extremos tuvieron menos frecuencia, la distribución sugiere que el comportamiento adictivo, en la muestra estudiada, constituye un serio problema socio-sanitario. Dicho fenómeno, a raíz del contexto social generado por la pandemia de COVID-19, ha repercutido con más notoriedad en las poblaciones de adolescentes y jóvenes en lo referido al uso de las redes sociales (Karakose et al., 2022). Al respecto, autores como Khan et al. (2002) y Tarafda et al. (2020), expresan que dicho fenómeno es atribuible a que las redes sociales son vistas como fuentes de entretenimiento o medio para lidiar con el estrés y la soledad, sin embargo, no es posible desconocer que también existe una fuerte relación con trastornos mentales y sintomatologías devenidas de su uso (Hussain y Griffiths, 2021).

 

En tal sentido, el estudio y la triangulación realizados sugirieron que, aunque se puede concebir la adicción como un problema severo con alta prevalencia, es necesario explorar las representaciones, creencias y actitudes de los estudiantes ante la definición de adicción a redes sociales (Sun y Zhang, 2021). Los datos revisados permiten suponer que, aunque los estudiantes sí reconocen la existencia de la adicción, esta no tiene la connotación negativa esperada, por sus efectos biopsicosociales. Ello puede deberse a los beneficios que son percibidos y los estados mentales positivos que la interacción social en estos contextos puede producir, lo cual ha de ser comparado con los síntomas afecciones que provoca su uso inadecuado (Lee, 2022).

 

Los resultados de investigación, además, implican el establecer como una prioridad el diseño de estudios mixtos dirigidos a las principales variables exploradas. Aspectos psicodinámicos y socioculturales explorados deben ser profundizados, por lo que estudios con un enfoque holístico e interpretativo pudieran facilitar la comprensión de la problemática. Estos esfuerzos no deben conducirse exclusivamente desde la percepción de los estudiantes, pues los datos apuntan a una extensa red de agentes educativos y sociales implicados en la concientización y tratamiento de esta adicción; cuestiones relacionadas con los mecanismos de soporte como la orientación y la tutoría, el acceso a servicios psicológicos, las políticas educativas respecto la tecnología educativa, el uso y abuso de las TICs en la vida cotidiana, entre otras, deben ser examinadas.

 

En el caso de la última cuestión señalada, es necesario recalcar que la exposición de los estudiantes a dispositivos electrónicos con acceso a internet podría ser un detonante para el uso de las redes sociales, incluso en espacios académicos formales (Stockdale y Coyne, 2020). Este aspecto, que apareció en las notas de campo de todos los autores, representa un comportamiento disruptivo y su frecuencia es pertinente evaluarla en la comunidad universitaria, no solo por lo que implica en materia de disciplina y disrupción del aprendizaje, sino porque podría representar un importante predictor o expresión de la adicción instaurada y potencialmente distorsionante del desarrollo académico (Stockdale y Coyne, 2020).

 

Acciones recomendadas para la atención del fenómeno.

 

Tal y como se expresó en acápites anteriores, la adicción a las redes sociales es un asunto que implica la participación de múltiples actores de la comunidad universitaria, a continuación de se relacionan una serie de estrategias y recomendaciones, producto de la reflexión sobre los hallazgos de la investigación, para lograr mitigar los efectos de este fenómeno en la población estudiantil de la universidad intervenida.

 

A las autoridades educativas

 

·         Se sugiere elaborar e implementar sistemas de talleres sobre el cuidado de la salud mental los impactos biopsicosociales de las adicciones y en específico el comportamiento adictivo hacia las redes sociales.

·         Se sugiere el diseño y aplicación de talleres para fomentar el desarrollo de competencias sociales, la educación emocional y otros procesos que contribuyan al desarrollo de factores protectores.

·         El fortalecimiento de servicios de atención psicológica y orientación educativa dentro de la institución. Psicológica, tanto con carácter remedial como preventivo.

·         Diseñar y realizar campañas para la promoción de salud y prevención de enfermedades que contribuyan a concientizar a la comunidad universitaria sobre las repercusiones del excesivo de las redes sociales.

 

A los coordinadores académicos

 

·         Implementar programas que favorezcan la ayuda entre pares, fortalezcan las relaciones sociales en presenciales, siempre que sea propicio, y aporten al desarrollo de habilidades para el trabajo en equipo.

·         Ofrecer el reconocimiento necesario, mediante una adecuada retroalimentación, a los comportamientos saludables que contribuyan a la no dependencia de las TICs, especialmente aquellos que favorezcan su uso adecuado.

·         Coordinar a los agentes educativos implicados en la formación de los estudiantes y otros agentes externos (especialistas, en la temática, psicólogos, médicos) para la realización de actividades variadas encaminadas a educar para el auto diagnóstico y la ayuda no profesional a personas que sufren de esta adicción.

 

CONCLUSIONES

 

La adicción a las redes sociales representa un serio problema de salud y potencial disruptor de la vida de los estudiantes universitarios. El fuerte apego con respecto a los dispositivos electrónicos que permiten el acceso a entornos y medios virtuales, es un indicador de la presencia de comportamientos potencialmente adictivos. De esta manera, ya sea incentivados por el ocio, como medio para afrontamiento del estrés o como consecuencia de la procrastinación, repercuten en la elevación acelerada de los niveles de adicción y del aumento de su prevalencia, fomentando la expansión y arraigo de este problema sanitario.

 

Actualmente, las representaciones sociales de adolescentes y jóvenes contribuyen a que estos entornos virtuales sean percibidos como elementos indispensables en el desarrollo normal de una persona. Estas creencias no solo normalizan el comportamiento adictivo, sino que constituye un mecanismo de marginación social para aquello que no participan con igual frecuencia de estos entornos. Por tanto, es necesario promover comportamientos salutogénicos y la educación para mostrar la posibilidad de existencia y vida plena sin estar conectado a una red social continuamente.

 

En el caso de la muestra estudiada, falta de control sobre el tiempo consumido en redes sociales es relevante, lo que muestra las dificultades que tienen los estudiantes en asignar tiempos y espacios adecuados a las mismas. Fenómenos como la nomofobia pudieran estar actuando de manera problemática e integrar el complejo escenario analizado en este estudio. En este sentido, aportar soluciones a esta problemática va más allá de la responsabilidad individual, aunque definitivamente la contiene. Por ello, es necesario que las diferentes autoridades universitarias y agentes educativos y sociales se involucren en el diseño y ejecución de alternativas que contribuyan a mitigar el efecto de la adicción a redes sociales.

 

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FINANCIACIÓN

Los autores no recibieron financiación para el desarrollo de la presente investigación.

 

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERÉS

Los autores declaran que no existe conflicto de intereses.

 

CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

Conceptualización: Anita Maribel Valladolid Benavides, Fabián Israel Neyra Cornejo, Orlando Hernández Hernández, Paulo César Callupe Cueva y Julián Palomino Akintui Antich.

Análisis formal: Anita Maribel Valladolid Benavides, Fabián Israel Neyra Cornejo, Orlando Hernández Hernández, Paulo César Callupe Cueva y Julián Palomino Akintui Antich.

Investigación: Anita Maribel Valladolid Benavides, Fabián Israel Neyra Cornejo, Orlando Hernández Hernández, Paulo César Callupe Cueva y Julián Palomino Akintui Antich.

Metodología: Anita Maribel Valladolid Benavides, Fabián Israel Neyra Cornejo, Orlando Hernández Hernández, Paulo César Callupe Cueva y Julián Palomino Akintui Antich.

Redacción – borrador original: Anita Maribel Valladolid Benavides, Fabián Israel Neyra Cornejo, Orlando Hernández Hernández, Paulo César Callupe Cueva y Julián Palomino Akintui Antich.

Redacción – revisión y edición: Anita Maribel Valladolid Benavides, Fabián Israel Neyra Cornejo, Orlando Hernández Hernández, Paulo César Callupe Cueva y Julián Palomino Akintui Antich.